LAS JOYAS EN MI VIDA
Me encontré con el oficio de la joyería en Barcelona durante un viaje que hice el año 2011 y que se extendió hasta diciembre de 2013, aunque la motivación del viaje fue completamente distinta, el universo me puso delante de la técnica conocida como wire wrapped que se trabaja con alambre de media caña, se utilizan piedras para hilado y las herramientas son distintos tipos de alicates: el resultado son piezas con diseños orgánicos recargadas de piedras, espirales y ondas. Cuando trabajaba estos diseños siempre venían a mi mente mujeres de otros tiempos, que pude traer a la versión contemporánea en dos producciones a cargo de la fotógrafa húngara Anna Magérusz. La técnica es bella pero no permitía salir de la misma línea de composición y había que avanzar, tenía la inquietud de hacer piezas más elaboradas entonces se dio la oportunidad de ser aprendiz en dos talleres de orfebres amigos, linda experiencia y mi primer acercamiento al “taller”, el lugar que se transformaría luego en mi nueva oficina: mi espacio creativo. Pero el camino recién comenzaba porque el taller había que construirlo y equiparlo, tarea no menor.
A Chile llegué en un momento cuando surgía un movimiento creativo que abría espacios en las calles para ferias de diseño y muchos creadores se agrupaban y se autogestionaban, fui parte de muchas exhibiciones en Santiago y La Serena y miembro activa de Agrupación Cultural 4 Estaciones desde el 2014 a inicios del 2016, entre esta etapa también volví a Barcelona y Toulose por 6 meses y estuve en Montevideo 1 mes, todas las ciudades motivaban la exhibición y venta de mi trabajo artesanal.
En 2015 fundamos “La Violeta” que surge como una marca que agrupa a muchas propuestas creativas en una tienda ubicada en el centro de La Serena cuyo mayor valor era que todos los productos expuestos llevaban el sello “hecho en Chile”.
Cuando llega este proyecto a mi vida es cuando llega la oportunidad de estudiar en la Escuela Joyería Pamela de la Fuente en Santiago y esto fue como entrar a otra dimensión de profesionalismo en artesanía y arte, fue abrir los ojos a tantos conocimientos y darme cuenta también que el camino era largo y yo estaba en el primer tramo. Aquí completé el primer nivel, hice parte del segundo (de tres) y participe en dos cursos de especialización dictados por la artista joyera Judy McCaig. Todavía me siento parte de esta escuela porque queda mucho por aprender y está en mis planes volver cada vez que sea posible.
Entonces comienza la búsqueda de mi identidad creativa, de mi propio diseño de autor inspirado en el arte, la naturaleza y mis experiencias de vida. Partí con una línea muy geométrica: La Geometría de la Naturaleza, de la que surgió la primera propuesta formal con diversas piezas. Luego incursioné en el estudio de la iconografía diaguita de lo que resultó una serie de medallas y unas hermosas argollas de compromiso. Durante el andar me contactaron de la Universidad Católica del Norte del dpto. de Acuicultura para elaborar unas piezas por el proyecto de producción de mabes o medias perlas de abalón rojo, aquí trabajé una línea de diseño inspirada en el expresionismo. En la ruta también aparecieron las argollas de matrimonio que han sido todo un desafío por la propuesta de diseño, por trabajar con piedras preciosas y por la importancia simbólica que tienen las piezas en si mismas.
Ahora en junio de 2018 soy parte de otro proyecto de trabajo con duración de un año como parte de una colaboración entre organizaciones, trabajo con un nuevo equipo humano, esta vez todos orfebres, distintas propuestas y mucha experiencia. He dejado atrás la administración de la tienda y la idea de diversificarme con otro producto de diseño y estoy completamente enfocada en mi sueño personal con todo el tiempo dedicado a crear una propuesta con identidad minimalista con toques de elegancia y modernidad. Sin abandonar la extravagancia en los collares, piezas que me permiten volar la imaginación.
La idea de diseño que se incuba para próximo estreno traerá una técnica de aplicación en joyería contemporánea que pretendo plasmar en una pieza de antigua usanza.
No puedo terminar sin decir que he cambiado, lo que no resta importancia a la experiencia que gané desde el 2005, pero sí debo decir que mis vivencias en estos último 7 años han sido mucho más trascendentales para autodefinirme y me han hecho concebir la realidad de otra forma y por lo mismo he tomado decisiones que me han hecho partir otra vez mi vida profesional, no ha sido fácil, pero ha sido bello.
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